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He estado en un poco de una patada de plataformas recientemente, y comenzó con Prince of Persia: The Sands of Time . Si no has tenido la oportunidad de jugarlo, te lo estás perdiendo, es un auténtico clásico, aunque un poco anticuado a estas alturas. Si es así, entonces sabrás de lo que hablo cuando digo que su uso creativo del tiempo como mecánica por sí solo hace que el juego sea tan interesante. Dejando a un lado mi disfrute de Prince of Persia , el momento no podría ser más perfecto para una reseña del recién lanzado Daggerhood ($2.99).
Daggerhood es un desafiante juego de plataformas retro con etapas que normalmente tardan menos de treinta segundos en completarse. ¿La captura? Es difícil agarrar los coleccionables y terminar por debajo del límite de tiempo, por lo que no es raro intentar la misma etapa tres, cinco, diez veces o incluso más antes de finalmente lograrlo. Esto puede ser frustrante, a veces, pero la sensación de logro después de finalmente descubrir cómo atrapar a ese hada en menos de seis segundos y terminar con menos de dieciséis bien vale la pena el esfuerzo. Daggerhood también utiliza una mecánica realmente interesante en la que puedes lanzar una daga frente a tu personaje y luego teletransportarte a la ubicación de la daga. La mayor parte del juego se basa en dominar esta mecánica de teletransportación.
Sin embargo, llegar del punto A al punto B es solo una parte del objetivo. Para terminar completamente un nivel, los jugadores deben terminar la etapa antes del límite de tiempo, recolectar los cinco tesoros y capturar a un hada errante. De los tres, terminar a tiempo y agarrar al hada son, con mucho, los más difíciles. Las hadas tienden a estar lo suficientemente apartadas como para que no sea posible agarrarlas de camino a la puerta. Además, las hadas no se quedan todo el día, ¡tienen lugares donde estar y tesoros que guardar! Por lo tanto, se requiere un poco de pensamiento creativo para encontrar el camino más rápido posible para llegar al hada, agarrar todo el tesoro y llegar a la puerta a tiempo.
El tiempo es esencial en Daggerhood , y solo en parte porque los relojes corren. Navegar por la variedad de peligros presentes en un escenario requiere una sincronización impecable tanto con saltos como con lanzamientos de daga. Entre los dos, simplemente saltar de plataforma en plataforma es mucho más fácil, sin embargo, es bastante lento. Por lo general, es más rápido lanzar una daga y teletransportarse a ella, pero también más difícil: espera demasiado y la daga alcanzará su alcance máximo; teletranspórtate demasiado pronto y probablemente te encontrarás durmiendo en una cama de púas oxidadas.
Sin embargo, la velocidad y el tiempo no son un gran problema cuando las etapas son tan fáciles como caminar hacia adelante y atravesar una puerta. Sin un diseño de escenario competente, un juego que debería ser un gran desafío se reduce a nada más que un relajante paseo. Afortunadamente, Daggerhood tiene un excelente diseño de escenario y un sinfín de giros creativos. Cada uno de los cinco mundos presenta una nueva mecánica, y cada etapa obliga a los jugadores a abordar esa mecánica de manera diferente. Por ejemplo, la etapa uno del mundo dos presenta hongos que, cuando saltas sobre ellos, brindan un rebote mucho mayor de lo habitual. Eso es todo. Inicialmente, se presenta en formas bastante mundanas: salta sobre este hongo para superar esta colina puntiaguda, salta sobre este hongo para poder alcanzar esta repisa pero, a medida que avanzas por el mundo, los usos se vuelven algo más matizados: salta sobre este hongo para colocarte en posición para lanza tu daga, o para aumentar el poder, o evita el peligro entrante. Sin embargo, descubrir cómo trabajar con las diversas mecánicas o en torno a ellas es parte de la diversión.
En cada mundo hay, además de las mecánicas únicas, un único nivel de jefe. Estos niveles son mucho más parecidos a las peleas que al frenético speedrunning de las otras diecinueve etapas. Requieren un enfoque más calculado, aunque solo sea porque los jefes tienden a ser peligros gigantes en movimiento. Sin embargo, personalmente, tiendo a encontrarlos un poco más fáciles que las etapas normales. Los jefes siguen un patrón exacto cada vez, y dado que tienen (en comparación con los otros monstruos) patrones de ataque complejos, el escenario en sí tiende a ser más simple. O, si el jefe es simple, el escenario es complejo. De cualquier manera, es más fácil concentrarse en un aspecto a la vez y dominarlo individualmente y tener peligros simples o plataformas simples hace que trabajar con el otro sea mucho más fácil.
Cuando compras un juego, estás intercambiando dinero por tiempo, medido en horas, que pasas disfrutando de ese juego. Como tal, es perfectamente razonable preguntarse cuánto durará el juego. Como la mayoría de las cosas, eso depende. Por un lado, hay cien etapas únicas, cada una con un límite de tiempo, un hada y un tesoro para coleccionar. Es bastante difícil agarrar todos los coleccionables y llegar a la puerta a tiempo, y mucho menos lograrlo en un solo intento. Por otro lado, después de jugar cada nivel, puede ser bastante repetitivo regresar y jugar el juego coleccionable. Personalmente, me gustaría ver algunos logros o elementos de interfaz de usuario opcionales para el total de muertes o el tiempo total empleado. Ofrecería una razón más convincente para regresar, haría felices a los buscadores de puntaje alto y satisfaría mi curiosidad.
Daggerhood es un buen juego. De hecho, iría tan lejos como para llamarlo un muy buen juego. Es desafiante, rápido y fácil de aprender y jugar. Es fácil de aprender, pero requiere un poco de práctica para llegar a ser realmente competente. Hay una gran cantidad de contenido, siempre una ruta más rápida o algo que podría hacerse un poco mejor, gráficos maravillosos y una banda sonora encantadora, ¡y acaba de recibir soporte parcial de MFi! Si bien no es perfecto, y aunque no lo recomendaría a jugadores casuales o personas que no manejan bien la frustración, aquellos que buscan una experiencia más intensa seguramente la encontrarán en Daggerhood .
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